Masticar Tu vida
En este newsletter vas a encontrar un recorrido sobre mi vida como mujer, artista, nutricionista, emprendedora y viajera.
Los avatares de la vida cotidiana que no se quieren ventilar y las angustias que conlleva lograr lo que deseamos en la vida, caerse, levantarse y darse el espacio de cambiar y reinventarse.
Un update de mi vida por México:
El cariño siempre sigue siendo el ingrediente principal:
Introducción al viaje
Mi nombre es Cibeles (si, ese es mi nombre) Anahi Guerrero Duro.
Mi mamá me inculcó el siguiente lema: “si no probas y conoces ¿cómo sabes lo que te gusta?”. Así desde temprana edad pasé por clases de ajedrez, idiomas, teatro, música, ciencias y deportes.
Cuando estudiaba música, aparecieron algunos problemas de salud que junto con intereses como el medio ambiente y la educación me llevaron hacia la nutrición. Mientras estudiaba nutrición, estudié peluquería, levanté una peluquería en mi casa y a domicilio: “Peluquería Cibelina”, siendo los peinados de fiesta y el color fantasía mi fuerte. Una gran experiencia que sirvió de base para Nutrición Cibeles. Este conocimiento me ha servido para maquillarme y peinarme para participaciones en cortos de la UNLP y videoclips de bandas.
Cuando tuve mi matrícula habilitante, intercalaba turnos de alisados con los de nutrición, de color con clases en la facultad.
El camino de la nutrición fue tan cambiante como la vida, quería dedicarme a leyes para cambiar el acceso a la información y cambiar el modelo de consumo. Después apareció la espiritualidad (un camino bastante oscuro) y eventualmente me dediqué a la nutrición deportiva, basada en plantas y antropometría.
Desde el año 2020/21 en adelante seguí estudiando y tomando diferentes clases de creación de contenido, escritura, creatividad, idiomas como francés y japonés, canto y doblaje de voz, conecté con muchas personas, me inspiré en el trabajo de otras creadoras y me llené de información.
Desde fines del 2020 vengo en un proceso de cambio y reencuentro. En el 2023 me fui a vivir a Italia, estuve varada sin poder salir por un buen tiempo hasta que teniendo mi ciudadanía me puse a viajar. Y llegué a JAPÓN! QUÉ ALEGRÍA poder decir eso.
Varios países después y varios años después, sigo aún en camino.
Estas cartas mensuales son parte de ese camino, para que nos acompañemos y para que sepas que, no todo lo que brilla es oro.
El comienzo
Fue con una pregunta:
¿alguna vez me senté a masticar mi vida?
Es decir: me dí el tiempo de frenar, probar, saborear, mezclar y decidir qué quiero y qué no, cómo y por qué o simplemente la vorágine de la hiper productividad y la chica diez me mantuvieron en movimiento, formación, haciendo que me pierda de simplemente ser. Hacer sin saber. Equivocarme. Abrirme. Mostrar mi vulnerabilidad.
De la necesidad de acción concreta surge este espacio. No es una bajada de línea, no es unidireccional, está abierto a sus respuestas, a sus preguntas, a sus cubiertos.
Lo que escribo es algo que deseo enormemente poner fuera de mí, que necesito compartir de forma imperativa porque hacerlo me ayuda a cambiar el enfoque, el ángulo, los anteojos de realidad que uso y estar más liviana. Es un acompañamiento para masticar nuestras vidas y digerir mejor. Llenarnos de herramientas y aprender a disfrutar.
Es un enorme plato de ingredientes del cuál podemos poner y sacar los que necesitamos y enriquecernos en el proceso.
